Día Mundial del Agua 2024
Alianzas por el agua.
Más del 75% de los hogares de 95 municipios de Colombia no consume agua tratada.
· Hoy se celebra el Día Mundial del Agua, una ocasión para evidenciar las dificultades que tienen niños, niñas y adolescentes del país para acceder al ODS6 - Agua limpia y saneamiento básico.
· Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a vivir en entornos limpios, sanos y sostenibles. Es importante seguir impulsado alianzas que garanticen estos derechos.
· El consumo de agua no mejorada o sin tratamiento en 95 municipios del país ocasiona enfermedades prevenibles como la diarrea aguda y las infecciones respiratorias que pueden ser letales para niños y niñas menores de cinco años.
Los niños, niñas y adolescentes en 95 municipios de 21 departamentos de Colombia beben y consumen alimentos preparados con agua sin tratar que proviene principalmente de la lluvia, ríos, quebradas, manantiales y pozos construidos artesanalmente, conocidos como jagüeyes. La falta de medidas que garanticen su calidad representa altos riesgos para su salud, desarrollo y bienestar.
De acuerdo con un análisis desarrollado por el Clúster/grupo sectorial de agua, saneamiento e higiene de Colombia y UNICEF, a partir de los últimos datos disponibles del Censo Nacional de Población y Vivienda del DANE, en estos municipios alrededor de 816.878 personas, incluyendo niños, niñas y adolescentes, tienen necesidades críticas en agua, saneamiento e higiene. La situación más difícil se vive en Chocó, La Guajira, Nariño, Vichada, Amazonas y Guainía.
En particular, las cifras del Chocó demuestran que, en al menos 20 de los 30 municipios del departamento, más del 75% de los hogares usan fuentes de agua sin tratar. Después de Chocó, los departamentos con mayor número de municipios en condiciones similares son: Amazonas, con 10 municipios; Guainía, con 9; Nariño, con 8, y Vaupés, con 6 municipios.
La situación es precaria en los municipios de La Tola, Nariño, y Ana Pana, en Guainía, en donde ningún hogar reportó acceso a agua tratada. Las cifras evidencian las enormes brechas con el resto del país en donde el 13,56% de los hogares no accede a agua de calidad. Esto significa que el agua para consumo no necesariamente cuenta con una infraestructura que la proteja adecuadamente de la contaminación externa que podría venir, por ejemplo, de la materia fecal, los metales pesados o los agroquímicos.
La falta de acceso a fuentes de agua limpia, así como la precariedad en el saneamiento y la ausencia de facilidades para el lavado de manos con agua limpia y jabón, genera ciclos de contaminación que se reflejan en la aparición de enfermedades diarreicas y/o respiratorias, que pueden empeorar la malnutrición y resultar letales para los niños y niñas menores de 5 años de edad.
En el país, quienes usan fuentes de agua no tratada la obtienen de ríos, manantiales y quebradas en un 5%; de agua lluvia un 2,2%; de pozos sin bomba en un 1,9% y de pozos con bomba en un 1,8%. Para acceder a ella, muchos niños, niñas y adolescentes deben caminar largos trayectos, lo que aumenta el riesgo de deserción escolar, violencias basadas en género, otros tipos de violencia y los asociados al conflicto armado. De hecho, un informe del Banco Mundial indica que en lugares como La Guajira, las mujeres, los niños y niñas de comunidades indígenas se ven obligados a caminar hasta 5 horas diarias en busca de agua.
“El agua potable es un derecho indispensable para el desarrollo de niños y niñas. Es imperativo que la niñez pueda acceder a agua, saneamiento e higiene porque con ello aceleramos el alcance de otros derechos asociados tales como la salud, nutrición, educación, y a crecer en entornos limpios y seguros”.
Brechas en el acceso y continuidad en el servicio.
Además de las brechas en la calidad de agua, hay grandes rezagos en cuanto al acceso al servicio que afectan a los niños, niñas, adolescentes y sus familias. La Encuesta de Calidad de Vida del DANE en 2022, señala que mientras que para el 83,8% de los hogares ubicados en las cabeceras municipales el agua llega las 24 horas del día y los 7 días a la semana, solo para un 61,3% de los hogares ubicados en las áreas rurales dispersas hay una disponibilidad plena del suministro. Esto significa que más de 8 millones de colombianos y colombianas no tienen acceso continuo al servicio.
Las brechas también alcanzan a la población migrante
Por su parte, la Evaluación conjunta de necesidades desarrollada por el Grupo Interagencial de Flujo Migratorios Mixtos (GIFMM) en 20231, revela que, al menos 1 de cada 10 personas en tránsito por Colombia accede a fuentes de agua no mejoradas provenientes de ríos y quebradas y, a pesar de las dificultades económicas que experimentan, el 24% de la población en tránsito tiene que comprar agua embotellada para el consumo. Adicionalmente, la evaluación sugiere que el 14% de esta población ha tenido una enfermedad asociada al consumo de agua durante su recorrido por el país.
Por su parte, el 18% de la población migrante con vocación de permanencia, es decir, que busca establecerse en Colombia,2 no cuenta con acceso a agua tratada y quienes logran hacerlo tienen inconvenientes de continuidad y calidad en el servicio. El 27% de la población no accede a un servicio continuo y el 10% asegura que el agua que llega a sus hogares no es suficiente. El panorama es crítico para quienes viven en asentamientos humanos informales, donde el 42% de la población no tiene acceso a fuentes de agua tratada.
UNICEF lidera alianzas por el agua
En Colombia persisten múltiples brechas que limitan el acceso a agua apta para el consumo y de calidad para miles de niños, niñas y adolescentes. Para cerrarlas, UNICEF Colombia busca generar y sostener alianzas sólidas con el Gobierno Nacional, los gobiernos locales, el sector privado, la cooperación internacional, socios implementadores, donantes, organizaciones de la sociedad civil, ONG, comunidades y demás agencias de las Naciones Unidas para que el agua sea un derecho efectivo para todos y todas.
La Evaluación de necesidades del Grupo Interagencial sobre Flujos Migratorios Mixtos (GIFMM) busca actualizar la información de la población refugiada y migrante que vive en Colombia e indagar sobre las necesidades y los retos que han tenido después de la implementación del Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos (ETPV).
Actualmente, trabajamos junto a los gobiernos departamentales y municipales de La Guajira, Norte de Santander, Arauca, Nariño, Chocó, Atlántico, Vichada y el Urabá antioqueño para que los niños, niñas y adolescentes sean actores clave en la creación e implementación de políticas públicas que garanticen su derecho efectivo al agua potable.
Así mismo, trabajamos de la mano del sector privado a través de aliados corporativos entre los que se destacan la Fundación Baxter Internacional, el Banco de Occidente y PAVCO Wavin, con quienes ha sido posible apalancar recursos adicionales a los brindados y obtener intervenciones complementarias que potencian los resultados y llevan soluciones sostenibles y duraderas para niños, niñas, adolescentes y sus familias en escuelas y comunidades.
La cooperación internacional de la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá, así como el trabajo articulado con socios implementadores como la Fundación Halü, Fundación SAHED, ZOA, Alianza Por la Solidaridad, Fundación Acción Contra el Hambre y el Consejo Noruego para Refugiados han sido clave en el empoderamiento de la comunidad. El propósito es lograr entre todos, la garantía de los derechos de la niñez y la adolescencia a entornos dignos, seguros, saludables y sostenibles.
Por cuenta de la gestión de UNICEF, en 2023, 17.117 personas -12.915 de ellas de zonas rurales- tuvieron acceso a agua potable, accesible y asequible. Su uso adecuado permite mejorar la calidad de vida, contribuir al desarrollo económico y generar ambientes seguros, prósperos y sostenibles para los niños, niñas y adolescentes.
“Sabemos que hay muchas brechas que cerrar y mucho trabajo por delante, por eso desde UNICEF reiteramos la importancia de seguir generando alianzas que nos permitan sumar capacidades técnicas, ideas y recursos para llegar a acuerdos que aceleren el cumplimiento al ODS 6 sore el acceso a agua limpia y saneamiento para las comunidades que más lo requieren. El agua es un derecho, no un privilegio, y cuando todos y todas podemos gozar de él de manera equitativa, también estamos aportando a la construcción de paz”.
¿Cómo avanza Colombia en el ODS6 -Agua limpia y Saneamiento?
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 marcan la hoja de ruta para alcanzar un futuro más sostenible y plantean una serie de acciones que deben cumplir cada uno de los 193 países que se comprometieron a hacerlo. En Colombia, el ODS 6- Agua limpia y Saneamiento busca alcanzar metas en 11 indicadores que abarcan el acceso universal y equitativo a agua potable; la erradicación de la defecación al aire libre y la facilitación de acceso a saneamiento e higiene; mejoras en la calidad del agua; el tratamiento de aguas residuales; el aumento en la eficiencia en el uso del agua y el suministro de agua dulce, entre otros.
El Informe Anual de Avance en la Implementación de los ODS en Colombia 2022, presentado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP), afirma que el mayor desafío está en lograr el acceso universal y equitativo al agua potable a un precio asequible para todos ya que ha habido retrocesos en el indicador tanto en contextos rurales como urbanos.
En el primero, hubo una disminución de 73,69 % en 2015 a 67,0 % en 2021, y en el urbano pasó de 98,5 % a 97,27 %, en el mismo periodo, indica el documento.
Así mismo, y conforme a los avances reportados por el Gobierno de Colombia al Programa Conjunto de Monitoreo (JMP), las áreas rurales en comparación con las urbanas presentan un rezago en el acceso a fuentes de agua tratada, ya que, ante la ausencia de otras opciones, consumen hasta 10 veces más aguas provenientes de ríos o manantiales. Así mismo, 20 veces más en el uso de fuentes no mejoradas en lo rural respecto a lo urbano y 2,6 veces más alto en el uso de fuentes limitadas en lo rural con relación a lo urbano.