Educación
Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a aprender y a desarrollarse integralmente
Desafío
De acuerdo con la Convención de los Derechos del Niño, todos los niños y niñas tienen derecho a acceder a una educación primaria de forma gratuita y obligatoria y deben contar con las garantías para acceder a la enseñanza secundaria y obtener las bases para cursar estudios superiores. El Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 4 busca “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”.
Por su parte, el Código de Infancia y Adolescencia de Colombia establece en sus artículos 28 y 29 que los niños, las niñas y los adolescentes tienen derecho a una educación de calidad y al desarrollo integral desde la primera infancia y que la educación será obligatoria por parte del Estado. Establece como derechos impostergables de la primera infancia la atención en salud y nutrición, el esquema completo de vacunación, la protección contra los peligros físicos y la educación inicial.
Este marco normativo muestra la importancia que tiene la educación durante la infancia y la adolescencia. Sin embargo, existen obstáculos –tanto en el país como en la región– que dificultan o impiden a las niñas, niños y adolescentes acceder y continuar con éxito experiencias para el aprendizaje y desarrollar sus trayectorias de vida.
Es innegable que Colombia ha tenido avances en términos de acceso, cobertura y calidad en la educación. Sin embargo, persisten desafíos, principalmente para cerrar las brechas de acceso y calidad entre las zonas rurales y urbanas, así como entre estratos socioeconómicos.
Varios de estos desafíos aumentaron como consecuencia de la pandemia del COVID-19. América Latina tuvo uno de los cierres de escuelas y colegios más prolongados del mundo, debido a los confinamientos preventivos decretados por los distintos gobiernos. Según cifras de UNICEF, alrededor de 170 millones de niños y niñas se vieron privados de asistir a clases presenciales durante este periodo. De ellos, 10 millones fueron colombianos[1].
Los efectos de este cierre han sido nefastos para el aprendizaje y, por tanto, restan oportunidades a los estudiantes en el futuro. De acuerdo con cálculos del Banco Mundial, UNICEF y UNESCO, los problemas de aprendizaje de un estudiante hoy podrían traducirse en una disminución de cerca del 12% en los ingresos a lo largo de su vida.
En América Latina, 4 de cada 5 niños y niñas menores de 10 años no pueden comprender lo que leen en un texto simple[2]. En Colombia, un estudio de la Universidad de los Andes y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) realizado entre cuidadores, reveló que el proceso de lectoescritura se estancó o empeoró para el 75% de los estudiantes de entre 8 y 10 años, y para el 44% de los estudiantes entre 5 y 7 años[3].
La protección de las trayectorias educativas es otro de los grandes retos. Fedesarrollo estima que por cada 100 niños que se matriculan hoy en primero de primaria en Colombia, solo 44 logran graduarse de bachillerato a tiempo. Además, de 100 graduados de bachillerato, apenas 39 consiguen acceder a la educación superior[4].
Las emergencias hacen parte de los retos que afectan la trayectoria educativa. Según datos del Ministerio Educación Nacional, un millón de niños, niñas y adolescentes ven alterada la continuidad de sus clases como consecuencia de las afectaciones que sufren alrededor de 3.000 establecimientos educativos durante la temporada de lluvias.
El conflicto armado también afecta la continuidad de la educación en Colombia. Aunque las escuelas deberían ser lugares seguros, donde los niños y niñas puedan ejercer múltiples derechos, en muchas zonas de Colombia siguen siendo objeto de ataques, uso por las partes en conflicto, reclutamiento y adoctrinamiento, al tiempo que los docentes y otros miembros de la comunidad educativa siguen siendo objeto de amenazas y atentados.
El reciente informe del Secretario General de Naciones Unidas sobre niñez y conflictos armados habló de esta situación en Colombia, al establecer que en 2022 se verificaron 22 ataques y amenazas de ataques contra escuelas y maestros, atribuidos a grupos armados. Asimismo, el informe estableció que diez escuelas fueron utilizadas con fines militares por distintas partes en el conflicto.
Para UNICEF, los espacios para el aprendizaje son el lugar más importante para el desarrollo de los seres humanos, no solo por el conocimiento que allí se adquiere. Por ejemplo: en la escuela, las niñas, niños y adolescentes desarrollan habilidades emocionales, sociales y de convivencia, y ejercen otros derechos como la protección, la adecuada nutrición, la participación, el desarrollo de su personalidad, de sus capacidades y aptitudes, recreación, entre otros. Por esta razón, todos los niños y las niñas, independientemente de su lugar de origen, de donde vivan o de su condición socioeconómica, deben poder acceder a diferentes espacios educativos para el desarrollo desde una perspectiva integral y permanecer en ellos.
La educación es un derecho. Debido a múltiples obstáculos, miles de niños, niñas y adolescentes no pueden acceder a ella. Dona ahora y ayúdanos a llegar a las zonas que más lo necesitan para crear espacios educativos y formadores.
Solución
El objetivo primordial de UNICEF es que todos los niños, niñas y adolescentes puedan transitar exitosamente sus trayectorias educativas con oportunidades de calidad que promuevan efectivamente su desarrollo integral y sus aprendizajes. Para ello, trabajamos en la superación de las barreras que impiden conseguir estos propósitos.
Para lograr este objetivo, nos enfocamos en las siguientes prioridades:
- Recuperación de aprendizajes: con el fin de que los niños y las niñas puedan acceder a oportunidades reales de aprendizaje, UNICEF ha enfocado sus esfuerzos en promover que todas las niñas, niños y adolescentes puedan mejorar sus habilidades de lectura y escritura a la edad que les corresponde, de manera paralela al fortalecimiento de sus habilidades socioemocionales. Saber leer y escribir a tiempo y, más importante aún, entender lo que leen, les permitirá tener herramientas para avanzar en una trayectoria educativa en mejores condiciones, les facilitará su desempeño en otras áreas del conocimiento como matemáticas o sociales, y les brindará herramientas para que tengan mayores posibilidades de acceder a la educación técnica o superior. El ideal es que todos los niños y las niñas en Colombia tengan una educación de calidad y logren mejores resultados en estas áreas, con independencia de si viven en una zona rural o urbana, de su situación socioeconómica o de si estudian en un colegio público o privado. Se busca también que los docentes del sistema público puedan mejorar sus conocimientos, prácticas y herramientas pedagógicas, especialmente aquellas enfocadas a enseñar la lectura y escritura.
- Fortalecimiento de habilidades para la vida, dirigido a adolescentes y jóvenes, para contribuir en la continuidad de su trayectoria educativa y profesional. A través de esta estrategia se busca que los adolescentes y jóvenes culminen sus estudios y que puedan contar con orientación socioocupacional e información de calidad sobre las opciones que tienen después de graduarse, en función de sus gustos, su contexto y las alternativas disponibles. Se busca también generar alianzas entre colegios, universidades y el sector productivo para que jóvenes y adolescentes consoliden sus procesos de orientación sociocupacional y tengan información sobre la demanda del mundo laboral y las posibilidades de acceder a él de acuerdo con los conocimientos adquiridos. Consolidar oportunidades reales para el tránsito a la educación posmedia a través de modalidades de educación flexible, como microcertificaciones, contribuye a la consolidación de estas trayectorias educativas.
- Educación resiliente o educación en emergencias. En Colombia, muchos territorios están expuestos a situaciones de emergencia por conflicto armado, movilidad humana y desastres naturales que les impiden a niñas y niños asistir a clases de manera permanente. Estas interrupciones forzadas pueden durar desde unos días hasta varios meses y tienen consecuencias en la motivación, el aprendizaje y la continuidad del proceso educativo. UNICEF trabaja para desarrollar las capacidades de preparación y respuesta de las instituciones educativas y comunidades con el fin de mitigar los efectos de estas emergencias en el proceso de aprendizaje y disminuir sus impactos psicosociales en los niños, niñas, adolescentes y la comunidad educativa.
Cuando los niños, niñas y adolescentes logran transitar efectivamente por sus trayectorias educativas, no solo adquieren conocimientos, también tienen más oportunidades y opciones para avanzar en sus proyectos de vida. Por esta razón, UNICEF apoya al Estado, a los gobiernos locales y a las instituciones educativas para que garanticen que todos y todas puedan culminar con éxito sus trayectorias educativas.
Trabajamos de la mano del Ministerio de Educación Nacional, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, las secretarías de Educación departamentales y locales, y líderes comunitarios comprometidos. Además, UNICEF involucra al Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación (ICFES): sus datos y evidencias ayudan a identificar las problemáticas y los asuntos de mejora. En esta tarea también resulta clave el trabajo conjunto con otras organizaciones multilaterales como el BID y el Banco Mundial y las agencias del sistema de Naciones Unidas.
La educación es un derecho de la niñez que salva vidas. Un proyecto de vida que esté respaldado por una educación de calidad generará beneficios no solo para los niños, niñas y adolescentes, sino también para sus familias, sus comunidades y para el país. La educación, además de abrirles la puerta al conocimiento, les permite a los estudiantes desarrollar competencias para la convivencia, les transmite valores como la empatía, les enseña nociones de comunidad y facilita el acceso a una mejor calidad de vida.
[1] Universidad de los Andes y BID (2021). Afectaciones de la pandemia en la educación de los niños, niñas y adolescentes en Latinoamérica: el caso de Colombia en colegios oficiales. Disponible en: https://gobierno.uniandes.edu.co/sites/default/files/imagenes/investigaciones/content/20211115-afectaciones-de-la-pandemia-en-la-educacion-en-latinoamerica.pdf
[2] Banco Mundial, UNICEF y UNESCO (2022). Dos años después: salvando una generación. Disponible en: https://www.unicef.org/lac/media/35631/file/Dos-anos-despues-salvando-a-una-generacion.pdf
[3] Universidad de los Andes y BID (2021). Afectaciones de la pandemia en la educación de los niños, niñas y adolescentes en Latinoamérica: el caso de Colombia en colegios oficiales. Disponible en: https://gobierno.uniandes.edu.co/sites/default/files/imagenes/investigaciones/content/20211115-afectaciones-de-la-pandemia-en-la-educacion-en-latinoamerica.pdf
[4] Fedesarrollo (2022). “Por cada 100 niños en primaria, 44 se gradúan y 39 acceden a educación superior”, periódico La República – 1 de junio del 2022. URL: Por cada 100 niños en primaria, 44 se gradúan y 39 acceden a educación superior (larepublica.co)