El nuevo comienzo de la humanidad

El nuevo comienzo de la humanidad, un blog de Nicole Regnier, embajadora de buena voluntad de UNICEF Colombia

Nicole Regnier
Nicole Regnier, embajadora de buena voluntad
UNICEF Colombia
22 Julio 2020

En Colombia, para fin de año tenemos diferentes rituales, uno de ellos es comerse doce uvas y pedir un deseo con cada uva. Otro de los rituales es darle la vuelta a la manzana con una maleta para viajar mucho en el año. Este año no fue la excepción. Con mi familia hicimos estos y unos cuantos más, planeando y soñando con lo que sería este prometedor 2020, pero llegó enero empezamos a oír en las noticias sobre un virus que comenzaba a brotar en China. Se oía tan lejano, tan imposible de que llegara a Colombia, que cada quien siguió con su vida a mil revoluciones por minuto, con sus planes intactos y con todo, como si no pasara nada. Llegó marzo y tuvimos el primer fallecido por Covid en el país, se prendieron las alarmas, entramos en una cuarentena obligatoria, pensábamos que duraría por mucho 15 días. Se fue alargando la cuarentena, se fueron desvaneciendo nuestros planes para este 2020 y poco a poco los seres humanos nos fuimos dando cuenta de que realmente teníamos muy pocas cosas bajo nuestro control en este planeta. 


Yo me quedo con la gran enseñanza que nos está dejando esta pandemia; tenía que haber un alto en el camino para podernos revisar y corregir como humanidad y esta sería la única manera posible. 


Las familias empezaron a convivir realmente, los esposos empezaron a conocerse, empezaron a conocer a sus hijos, muchas familias empezaron a ser familias. Todo cambió, ya la mamá que antes salía para el trabajo a las 6 am y regresaba a las 8 pm ahora estaba teletrabajando todo el día, almorzaba con sus hijos y su esposo, tenía tiempo de empiyamar a su bebé, de contarle un cuento antes de que se quedara dormido. Las personas empezaron a reinventarse, a ver como podían salir de esta crisis, la creatividad que siempre sale a flote en los momentos más difíciles aquí también salió, aparecieron los super papás que se inventaban naves espaciales en la sala para jugar con sus hijos haciéndoles creer que iban a Marte. 


Muchas personas empezaron a hacer ejercicio después de muchos años de sedentarismo, entendieron que la salud es fundamental, muchos otros empezaron a pintar, a tocar algún instrumento musical. En conclusión, muchos empezamos a cambiar y a evolucionar, a leer, a crecer internamente porque entendimos que lo externo era, en gran parte innecesario.


Veo esta pandemia como el renacimiento de la humanidad. Es el momento de cambiar, de darle a la juventud y a la niñez un mejor presente y de dejarle un mejor futuro, un mejor planeta.