Catherine Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF Sesión informativa del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la situación humanitaria en Haití

Tal como fue preparada para su lectura

22 Abril 2024
Catherine Russell Directrice Générale de l'UNICEF
United Nations

22 de abril de 2024: Excelencias, Buenas tardes. Me complace estar hoy aquí con ustedes.

En primer lugar, quisiera expresar mi agradecimiento al Embajador Frazier por acoger esta sesión informativa durante la presidencia de Malta del Consejo de Seguridad, y por haberme invitado a informarles sobre el deterioro de la situación humanitaria en Haití.

Hoy me dirijo a ustedes en calidad de Directora Ejecutiva del UNICEF y como Defensora Principal para Haití designada por el Comité Permanente entre Organismos para informar sobre la situación humanitaria en ese país.

Excelencias, la situación en Haití es catastrófica y empeora día tras día.

Cinco millones y medio de personas, entre ellas tres millones de niños y niñas –o uno de cada tres niños y niñas en todo el país– necesitan asistencia humanitaria. Los servicios básicos han colapsado en muchas zonas, y la población se está quedando sin acceso a alimentos y agua potable salubre. En algunas comunidades la vida es más peligrosa que nunca.

La crisis de Haití es, esencialmente, una crisis de protección. La agitación política y las condiciones económicas devastadoras en las que se encuentra el país desde hace años han provocado la proliferación de grupos armados. Hoy en día se calcula que 2,7 millones de personas –entre ellas, 1,6 millones de mujeres, niños y niñas– viven en zonas controladas por estos grupos. La última vez que visité Haití fui testigo de hasta qué punto el miedo y la violencia atroz están destruyendo el vínculo que mantiene unidas a las familias y las comunidades.

Muchos niños y niñas mueren o resultan heridos cada día; otros son reclutados por grupos armados o se alistan voluntariamente por pura desesperación. Los últimos datos del UNICEF revelan que entre un 30% y un 50% de los grupos armados de Haití cuentan con niños entre sus filas.

Las mujeres y las niñas siguen siendo el objetivo de niveles alarmantes de violencia sexual y por razón de género. El año pasado se denunciaron miles de casos de violencia sexual, muchos de ellos perpetrados contra niños y niñas. Es probable que la cifra real sea aún más elevada.

Debido a las múltiples violaciones graves que se cometen repetidamente contra la infancia, Haití destaca por la trágica particularidad de haber sido eliminado y posteriormente incluido de nuevo en la agenda de este Consejo relativa a la infancia y los conflictos armados.

En lo que llevamos de 2024, la violencia no solo ha continuado, sino que además se ha recrudecido. Desde que comenzó el año, más de 2.500 personas han sido asesinadas, secuestradas o han resultado heridas, y las Naciones Unidas han constatado más de 400 violaciones graves de los derechos de la infancia. Al mismo tiempo, muchas familias siguen teniendo que desplazarse a causa de la violencia. Se calcula que en la actualidad hay más de 180.000 niños y niñas desplazados internamente.

Los grupos armados también han bloqueado las principales rutas de transporte desde Puerto Príncipe hasta el resto del país, lo cual ha destruido el sustento de muchas personas y ha restringido su acceso a los servicios. A medida que los grupos armados ganan más territorio, los vecinos están construyendo barricadas y formando equipos de autodefensa para protegerse de la violencia. Como consecuencia, miles de niños, niñas y familias que viven en las comunidades asediadas han perdido casi por completo el acceso a la ayuda humanitaria y los servicios básicos.

Esta peligrosa combinación de circunstancias ha desencadenado una crisis de nutrición y seguridad alimentaria que no hace más que agravarse, y que afecta especialmente a la infancia.

Los últimos resultados del análisis de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF) revelan un alarmante aumento del 19% en el número de niños y niñas que, según las estimaciones, sufrirán desnutrición aguda grave en Haití este año. El análisis también mostró que 1,64 millones de personas están afrontando niveles de emergencia por inseguridad alimentaria aguda, lo que expone a los niños y las niñas a un mayor riesgo de sufrir emaciación y malnutrición.

Paralelamente, la inseguridad actual en Puerto Príncipe ha imposibilitado casi por completo la distribución de suministros de salud y nutrición a alrededor de 58.000 niños y niñas que sufren emaciación grave en la zona metropolitana. La carretera de Martissant –el único corredor humanitario que va desde Puerto Príncipe hasta las regiones del sur– sigue bloqueada y, como consecuencia, la vida de unos 15.000 niños y niñas con desnutrición pende de un hilo.

Por si esto fuera poco, un nuevo brote de cólera que afecta a más de 80.000 personas está agravando la situación de crisis e incertidumbre que asola el país.

La violencia también está poniendo en peligro la labor de los agentes humanitarios que se encuentran en el terreno. Nuestro acceso al puerto de Puerto Príncipe ha quedado bloqueado por la presencia de los grupos armados que operan en la zona, y casi 300 contenedores cargados con suministros humanitarios vitales han quedado varados. Un total de 17 de ellos eran contenedores del UNICEF que portaban suplementos nutricionales, así como suministros médicos, neonatales y maternos. Debido a los bloqueos aéreos, marítimos y terrestres, Puerto Príncipe ha quedado aislada casi por completo.

No obstante, y pese a los peligros y la complejidad de las operaciones, nuestras organizaciones y nuestros aliados siguen llegando a los niños, las niñas y las familias más vulnerables para proporcionarles servicios que les pueden salvar la vida. Juntos estamos haciendo todo lo posible para prestar servicios de nutrición y salud, responder al brote de cólera y dar apoyo a los equipos móviles de protección de la infancia.

Los aliados humanitarios están desarrollando una plataforma logística en Cabo Haitiano, donde hay un aeropuerto internacional secundario y un puerto que siguen funcionando. Además, hemos abierto nuevas líneas de suministro fuera de Puerto Príncipe para garantizar la distribución del cargamento humanitario.

Excelencias, estamos brindando asistencia a la población de Haití y nos comprometemos a permanecer en el terreno para atender las crecientes necesidades humanitarias. Pero necesitamos más apoyo. El Plan de Respuesta y Necesidades Humanitarias para 2024, que requiere 674 millones de dólares para atender a 3,6 millones de personas, solo cuenta con un 8% de financiación.

Necesitamos que los donantes y los estados miembros aumenten sin demora la financiación humanitaria flexible. Esto nos permitirá proporcionar ayuda vital, así como poner en marcha soluciones para el fomento de la resiliencia y el desarrollo a largo plazo.

Excelencias, reconocemos los esfuerzos que el Consejo está llevando a cabo a fin de instaurar la paz y la seguridad en Haití. Hoy les pedimos que aprovechen su influencia sobre los agentes estatales y los grupos armados para proteger los derechos humanos y promover la paz y la seguridad para el pueblo haitiano.

Con el debido respeto, les rogamos encarecidamente que, en sus esfuerzos para abordar esta crisis, reiteren a todas las partes implicadas la necesidad de respetar las leyes, las normas, los reglamentos y los principios internacionales, y que den prioridad a la protección de todas las personas que necesitan ayuda.

Les pedimos asimismo que hagan todo cuanto esté a su alcance para facilitar una actuación humanitaria imparcial y autónoma en Haití. Estamos convencidos de que la única forma de llegar a todas las personas que necesitan ayuda en el país es mediante un diálogo humanitario sostenido con todas las partes armadas. Es imprescindible que la respuesta humanitaria se perciba como una actuación independiente de los objetivos políticos y de seguridad.

Ante la probabilidad de que la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití se despliegue en entornos de alta densidad urbana, es primordial garantizar la protección de la población civil. El uso de la fuerza debe evitarse en las zonas pobladas y sus inmediaciones, y la misión empleará de manera proporcionada los medios menos perjudiciales que sean necesarios para el objetivo legítimo de la aplicación de la ley.

Antes del despliegue, será necesario impartir formación en el terreno en materia de prevención de la explotación y los abusos sexuales. Los países que aporten fuerzas de policía deberán tomar las medidas necesarias para llevar a cabo las investigaciones de cualquier denuncia tan rápidamente como sea posible, y deberán hacer rendir cuentas a los perpetradores de casos de explotación y abusos sexuales. Las fuerzas de seguridad deberán tratar ante todo como víctimas a los niños y niñas asociados con grupos armados con los que se encuentren, y deberán entregarlos a los agentes de protección de la infancia en condiciones de seguridad.

Asimismo, la comunidad internacional debería dar prioridad a la colaboración activa con los aliados haitianos, entre ellos la sociedad civil, las partes interesadas locales y los líderes comunitarios.

Esto permitirá fortalecer la capacidad de las organizaciones y las instituciones haitianas, proteger los derechos humanos y proporcionar una respuesta humanitaria más eficaz que tenga en cuenta el contexto local y la experiencia del pueblo haitiano.

Excelencias, hace tiempo que llegó el momento de actuar. El pueblo de Haití necesita que se amplíe de inmediato el apoyo regional e internacional, ya que de lo contrario la situación podría volverse irreversible. Pero incluso si se toman todas las medidas necesarias para paliar la crisis, pasará tiempo hasta que pueda resolverse por completo. El apoyo en materia política y financiera ha de ser integral, tanto en el presente como a largo plazo. Y debemos trabajar estrechamente con el pueblo haitiano para idear soluciones innovadoras que les permitan hacer realidad su aspiración de vivir en una sociedad pacífica y próspera.

Muchas gracias.

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Contactos de prensa

Christopher Tidey
UNICEF Nueva York
Teléfono: +1 917 340 3017
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